No es ningún secreto, la alimentación y el ejercicio funcionan conjuntamente y, por eso, queremos compartir contigo unos consejos facilísimos de seguir para que encuentres el equilibrio perfecto.
1. Lo más importante: el desayuno
Si haces ejercicio por la mañana, un desayuno saludable es imprescindible. Los expertos recomiendan realizarlo una o dos horas antes pero, si no disponemos de tanto tiempo, lo mejor es algo ligero y energético como plátanos, barritas energéticas, zumo, cereales o pan. Así nos aseguraremos un nivel mínimo de azúcar y le daremos al cuerpo toda la energía que necesita
2. El tamaño SÍ importa
Como siempre, ningún extremo es bueno. Ni comer mucho antes de hacer ejercicio ya que podríamos tener molestias estomacales ni poco ya que nos podría producir mareos. Así que lo mejor es seguir esta simple pauta:
- Una comida abundante o pesada: sin problema siempre que reposemos por lo menos tres o cuatro horas antes de entrenar
- Una comida ligera: la opción ideal. Dejando al cuerpo un par de horas para absorber todos los nutrientes
- Tentempiés: siempre sin grasas saturadas ni azúcares añadidos. Resultan perfectos para tomar una hora antes de entrenar
3. ¡Los tentempiés son nuestros aliados!
Cada persona es un mundo pero ingerir en muy pequeñas cantidades alimentos que nos dan un plus de energía es más que recomendable
Algunos ejemplos de estos tentempiés son las barritas o bebidas energéticas, los plátanos u otra fruta fresca, yogures, batidos de frutas o panecillos resultan ideales para obtener el máximo rendimiento
4. Comer después de hacer ejercicio
Los músculos no dejan de ser organismos vivos y, por ello, debemos facilitar su recuperación y la reposición de sus reservas de glucógeno
Intenta comer cualquier alimento que contenga proteínas e hidratos de carbono en las dos horas posteriores al ejercicio. Y si no tienes hambre, bebe zumos o una bebida energética para ayudar a tu cuerpo a recuperarse
5. Be water my friend!
Gasolina a la maquina para potenciar al máximo tu ejercicio y entrenamiento. Y recuerda: ¡antes, durante y después! Si sigues esta pauta:
- Toma aproximadamente 2 o 3 vasos de agua durante las dos o tres horas antes del ejercicio
- Bebe entre medio y un vaso de agua cada 15-20 minutos durante el entrenamiento. Esta cantidad puede variar dependiendo del tamaño de la persona y de la temperatura en la que se haga el ejercicio
- Toma más o menos 2 o 3 vasos de agua después del entrenamiento para recuperar la hidratación que ha perdido el cuerpo durante la actividad
¡Con estos consejos verás resultados enseguida y no podrás dejar el Flexible Fitness!