Como muchas otras personas, las asiduas al gimnasio, acostumbran a creerse unos entendidos de qué hay que saber y hacer durante las sesiones de entrenamiento.
Sin embargo, este es el principal factor que les lleva a cometer errores constantes, que sin quererlo ni beberlo, se convierten en fallidos intentos de aprovechar bien el rendimiento que ofrece un gimnasio.
¿Cómo poder ver esto en uno mismo? Lo primero es aceptarlo. Saber ver qué se hace mal durante nuestras sesiones e intentar mejorarlo. ¡Sin duda el paso más importante!
Quizá te parezcan obvios muchos de estos errores, pero por eso los hemos titulado como los “clásicos”, ya que la gran mayoría de veces los habrás cometido sin darte cuenta.
Listo, aquí estamos para abrirte los ojos y ayudarte a ser el usuario de gimnasio ideal y conseguir tus resultados propuestos.
Tener la rutina siempre en el mismo gym
En este punto, debemos matizar algo muy importante. Es imprescindible, para ponérnoslo más fácil, escoger centros que no nos supongan un gran esfuerzo a la hora de acudir.
Es decir, que podamos acceder en un momento dado, justo en el ratito que tengamos libre durante el día para desconectar y ponernos en forma.
El momento del día en sí, no tiene importancia. Lo realmente relevante es el lugar que escojamos.
Destaquemos, que GymForLess dispone de tal cartera de gimnasios que en cualquier momento podrás escoger el que tengas más cerca.
Si estás en casa, pues el que te parezca más atractivo y tengas al lado. Lo mismo si sales tarde del trabajo, o entras temprano antes de tus clases de Inglés.
¿Por qué es importante esto? Sencillamente te aportará frescura en tus entrenamientos, no mantendrás una rutina aburrida viendo siempre las mismas caras que acuden al mismo gimnasio que tú. O no, tú decides.
No calentar previamente
Grave error que, en muchas ocasiones por falta de tiempo, por no saber exactamente cómo realizar un calentamiento adecuado, o incluso por mera pereza, olvidamos llevar a cabo.
Es importantísimo que los músculos se pongan en marcha de forma progresiva, nunca de golpe, para que el ejercicio sea realmente efectivo.
Cuanto más poco a poco nos pongamos en situación, mejor rendimiento tendrá el cuerpo y mejor llevadero será después. Si no quieres morir de agujetas, ¡calienta antes!
Aquí tienes algunos ejemplos de cómo calentar los músculos, ideal para todo el mundo y para todo tipo de ejercicio que se quiera realizar después:
Hacer siempre el mismo ejercicio
Es evidente que en muchos casos, sólo se hace un entrenamiento específico para trabajar un objetivo concreto: moldear el cuerpo con las máquinas de musculación, perder calorías con equipos cardiovasculares, mejorar los dolores de espalda con la natación…
¿Pero a caso existen sólo esas posibilidades que aburren hasta a las ovejas?
Es un error tener siempre una rutina sin apenas cambios…Ojo, no hay que malinterpretar esto.
Lo adecuado es mantener una rutina para conseguir objetivos reales, pero lo 100% ideal es que, al menos una vez cada 15 días, cambiemos de “rollo” y le demos un toque original a nuestro entrenamiento.
¡Y está demostrado! Algo de Zumba, un circuito de Crossfit o una sesión de Yoga aparte de los aburridos entrenamientos de máquinas, será la gota que colme el vaso de tus efectivos ejercicios.
Como sabrás, tienes un magnífico horario de actividades (hasta 30.000) en el que puedes escoger la actividad dirigida que prefieras y buscarla en el horario que te convenga. Mira:
No estirar
El proceso clave que marcará la calidad de nuestros entrenamientos son sin duda, los aproximadamente 10 minutos de estiramientos posteriores al ejercicio.
Además de recuperarse mejor de la sesión para evitar agujetas, conseguiremos que los músculos consigan mayor flexibilidad para asegurarnos que hemos logrado cierta fuerza con la actividad física.
Estos ejemplos te ayudarán a llevarlos a cabo de forma fácil en la zona de estiramientos del gym en el que estés:
Beber isotónicas sin necesidad
Es obvio que estas bebidas preparadas para reponerse de duras sesiones de entrenamientos cardiovasculares, refrescan y revitalizan el cuerpo cuando éste más lo necesita.
Sin embargo, ¿crees que en cualquier sesión de ejercicio es realmente necesario este tipo de bebidas?
Hay que pensar que en la mayoría de casos son hipertónicas que se absorben más lentamente que el agua, y tienen alto contenido en azúcar, por lo que pueden provocar molestias gastrointestinales. ¡Evítalas si puedes!
Ir de “sabelotodo”
La mayoría de máquinas en los gimnasios no son difíciles de manejar, lo complicado es saber qué carga nos conviene, cuál es la postura correcta y cuántas repeticiones debemos hacer.
El problema es que por sabelotodismo nos equivoquemos y no pidamos ayuda ni nos informemos previamente…
Hay que olvidarse del orgullo y la vergüenza si no queremos dejar de lado el verdadero objetivo de ir al gym (eso de ponerse en forma) y caer en el postureo ;).
De modo que sin más preámbulos, debemos acercarnos a los monitores que haya disponibles y preguntarles absolutamente todo lo que necesitemos saber.
No están de adorno y tan importantes son para que te enseñen a usar las máquinas como para que te ayuden a organizar tus entrenamientos.
Así le sacarás el máximo partido a tu tiempo de gimnasio y evitarás lesiones.
Usar el móvil
A la gente le puede molestar que estés hablando y tú perderás concentración.
Además, si te dedicas a mantener conversaciones por Whatsapp o a atender llamadas lo más probable es que los tiempos de descanso entre serie y serie se vuelvan eternos, y ya sabes que eso resta efectividad.
No descansar
Otro error muy común es pensar que el hecho de ir al gimnasio sin parar nos va a ayudar antes a conseguir los objetivos.
Falso, hay que dosificar e ir al gimnasio tres o cinco días por semana, especialmente al principio.
El organismo debe recuperarse tras un entrenamiento intenso, sino no podrá asimilarlo y el esfuerzo será en vano.
Un buen descanso permite volver al gimnasio con la energía necesaria para entrenar duro de nuevo.
Sudar no es adelgazar
Perder grasa y sudar no van precisamente de la mano. Son conceptos distintos, que aunque se fusionen en algunos casos, no se deben confundir.
El sistema de sudoración es un proceso de refrigeración del cuerpo que elimina agua y electrolitos entre otras cosas, pero no la grasa.
Es más, ya está demostrado hoy en día que tu cuerpo consume más calorías entrenando con frío que con calor. Y ya te puedes imaginar que con frío sudarás menos.
Ir siempre en soledad
A muchos les distrae el hecho de encontrarse a algún conocido en el gimnasio, piensan: «vaya, ahora voy a tener que hablar con éste/a…»
Y puede que si te encuentras al vecino que taladra a las 6 de la madrugada no te apetezca demasiado tener que socializar, pero sí que es importante que de vez en cuando llevemos a algún amigo con nosotros para compartir vivencias.
Un día de compañía no restará en absoluto la efectividad de los ejercicios, más bien al contrario.
Somos partidarios de una vida saludable en compañía, de ahí que exista la posibilidad en nuestra app de invitar a un amigo de forma mensual a acompañarnos al gimnasio.
Todas las ventajas de llevar a alguien con nosotros de vez en cuando las encontrarás en el FriendPass:
Si de verdad ahora, ya tienes claro que alguno de estos factores los has cometido erróneamente en tus sesiones de fitness, plantéate seriamente conseguir evitarlos.
De este modo evitarás dolores e incluso lesiones que puedan impedir mantenerte en forma de manera saludable y finalmente acabes abandonado la tarea.
¡Eso nunca! Antes renovarse que rendirse, ese ha de ser tu lema ;).
¿Cómo lo ves? ¿Te sientes novat@ todavía?