Es muy común que después de haberte machacado haciendo ejercicio, los músculos padezcan microlesiones en sus fibras debido al esfuerzo, más comúnmente conocidas como: las terribles agujetas.
En ocasiones, y después de haber pasado mucho tiempo sin movernos seriamente, pueden pegar con fuerza y dejarnos varios días casi sin poder movernos.
Sin embargo también hay ocasiones en que surgen incluso teniendo una rutina de entrenamiento. Puede ser por varias razones simples: un entrenamiento más duro de lo normal, movimientos de zonas de nuestro cuerpo que no hemos ejercitado antes…
Sea como sea, para no sufrir agujetas, el mejor remedio es mantener una alimentación equilibrada, una buena hidratación previa y hacer ejercicio regularmente.
Pero existen varios remedios que podemos conseguir y que nos harán más llevaderas las agujetas.
Como hay diferentes intensidades de dolor, veremos los distintos remedios según lo mucho o poco que nos podamos mover:
Me duele un poco
El momento en que las agujetas hacen acto de presencia, el dolor en suave y todavía podemos movernos sin demasiadas dificultades.
Son las más comunes y con las que estamos más acostumbrados a tratar, aunque pueden llegar a limitar mucho el rendimiento en nuestros entrenamientos cuando tocamos otro grupo muscular.
Remedio: Lo más útil es usar agua caliente sobre la zona afectada, dando friegas suaves que aceleren el riego sanguíneo. Realizar ejercicio posterior de manera moderada, también es una opción adecuada que nos generará adrenalina y acabará con el dolor de manera temporal.
Me duele mucho
El dolor es más moderado, nos cuesta movernos y realizar ejercicios con las zonas afectadas, e incluso hacer movimientos rutinarios como subir escaleras o ponernos una chaqueta, además en algunos casos van acompañadas de algo de inflamación.
Remedio: es recomendable aplicar pomada antiinflamatoria en la parte afectada que acelerará el riego sanguíneo y la recuperación.
El efecto de relajación es la clave para mantener a raya el dolor en estos niveles, dar un baño completo de agua caliente con aceites esenciales o sales aromáticas, mejorará la circulación y tendrá un efecto relajante que bajará la intensidad del dolor.
¡No puedo ni moverme!
El momento en el que el dolor de las agujetas es elevado y apenas podemos movernos, la lesión muscular es mayor debido al sobreesfuerzo que hemos realizado. En este caso, se debe dejar la actividad física durante unos días para descargar la tensión muscular.
Remedio: Remojar con agua fría la zona afectada durante una ducha de agua caliente, adormecerá la parte dolorida y calmará los dolores.
Esto además activará la circulación acelerando la recuperación. Los analgésicos suaves son una buena alternativa para mitigar el dolor.
Comer alimentos ricos en magnesio como las almendras, el chocolate negro o las pipas de girasol, también ayudará a aplacar los dolores de las agujetas más bestias.
Aún y teniendo en cuenta todos estos trucos para paliar las agujetas que nos fastidian, lo más importante es intentar evitarlas a toda costa.
Las medidas preventivas básicas es incorporarse a los entrenamientos que realicemos de manera suave y progresiva, sin esfuerzos exagerados.
Un calentamiento previo y un estiramiento posterior, serán la clave para evitar la aparición de agujetas, hidratarse correctamente y alimentarse de forma equilibrada, nos encaminará a tener los músculos en perfecto estado.
¿Estos son tus trucos anti-agujetas?¿Tienes alguno mejor? ¡Queremos saberlo!