Es importante tener interiorizada esta idea: “un buen comienzo, marcará la diferencia en nuestro día”. Un desayuno adecuado es imprescindible para lograr un rendimiento
adecuado durante las primeras horas de la jornada.
La educación en torno a este tema es fundamental, ya que existen muchos malos hábitos
adquiridos hacia esta comida. Así, en la “hora punta”, es muy común que veamos a
personas aprovechar el camino al trabajo para tomar, por ejemplo, una pieza de bollería
industrial con una batido de leche o bebidas con cafeína.
Hay que hacer todo lo posible por eliminar estos hábitos.
Desde las empresas, resulta muy positivo que se fomente entre sus trabajadores la
importancia de un desayuno nutricionalmente correcto. Una buena opción, por ejemplo, es habilitar un espacio donde los equipos puedan encontrar alimentos adecuados, y en el que aprovechen los primeros 15 minutos de su jornada para tomarlo con calma.
¿Qué consecuencias tiene no hacer un desayuno adecuado?
Por la mañana, nuestro cuerpo viene de entre 8 ó 10 horas de ayuno, y para que recupere su energía es necesario facilitarle una serie de nutrientes.
Saltarse el desayuno o hacerlo de forma inadecuado puede afectar a nuestra concentración, agilidad mental y productividad a lo largo del día.
Al margen de las consecuencias que puede tener en nuestra jornada laboral, evitar el
desayuno puede llevarnos a ganar peso, ya que tenderemos a que las primeras ingestas de comida provengan de snacks poco saludables, cargos de azúcar o grasas saturadas.
Consejos para tomar un gran desayuno
Preparar un buen desayuno, que nos nutra correctamente y que además este delicioso no es una tarea imposible. ¡Todo lo contrario! El desayuno es una comida que se presta a
multitud de alternativas: más salado, más dulce o un mix de ambos.
Solo es importante que nunca falten estos tres grupos de alimentos:
● Cereales integrales: una buena fuente de fibra, hidratos de carbono y vitaminas.
● Lácteos: que aportan calcio y proteínas de alta calidad.
● Frutas: proporcionan agua, hidratos de carbono y minerales.
Muchas veces, el tiempo que disponemos por las mañanas es limitado, pero no es excusa.
Si no pudieras tomar el desayuno en casa, no olvides hacerlo en la oficina:
● Crea el hábito entre tu equipo y tómalo con ellos. Es un momento para comenzar
el día de forma más distendida. Además, podéis aprovechar para ver qué lleváis,
tomar nuevas ideas o crear rutinas, por ejemplo, que cada compañero se encargue
de llevar un alimento en concreto.
● Planéalo con anticipación. Dedica unos minutos del fin de semana para planar qué
desayuno llevarás cada día. Así, podrás contar con variedad a lo largo de la
semana.
● Intenta que nunca te falten ingredientes. Una vez que tengas la planificación,
acércate a tu tienda y compra todos los ingredientes necesarios y tenlos en casa o
en la oficina. Donde te sea más práctico.
Contar con todos los elementos, hará más fácil que nunca te saltes esta comida. Os animamos a que, en vuestra rutina, dediquéis el tiempo que el desayuno se merece.
¡Vuestro cuerpo os lo agradecerá!
Este post ha sido preparado por el equipo de nutricionistas de Refruiting