El liderazgo es una de las habilidades que todo gestor debe desarrollar para poder gestionar de manera eficiente su centro deportivo.
La figura del líder, hoy, es clave. En el ámbito del management de centros deportivos faltan líderes y el motivo es porque es mucho más fácil no serlo. El líder de cualquier grupo adquiere la responsabilidad de que las personas de su equipo se comprometan para alcanzar el objetivo.
El Líder de cualquier centro deportivo debe tener una mezcla entre ser una mente creativa y ser una mente estructurada. No es fácil tener el término medio pero sí que debe tener la responsabilidad que sus seguidores se comprometan con su visión. Pero ¿cómo convenzo a la gente y como los comprometo hacia la visión?
El líder para poder ejercer con éxito su liderazgo se debe basar en la inteligencia emocional de saber tratar al equipo, la destreza de saber conseguir lo mejor de cada uno, de ilusionar a la gente, de comunicarse clara y continuamente,… Pero la parte más complicada del liderazgo es la determinación de la visión, el objetivo a partir del cual la gente realmente se puede comprometer y poder sacar lo mejor de cada uno de ellos.
El líder nace, se hace y solo el que llega a serlo es el que crea o aprovecha la oportunidad para poderlo ejercer. Seguro que hay algún gen que marca la personalidad del individuo pero este liderazgo hay que trabajarlo y se debe ir perfeccionando a lo largo de la vida a través de las oportunidades y de las experiencias que ésta te dé para poderlo ejercitar. Solo así se desarrolla el liderazgo en las personas.
El liderazgo no se aprende en una escuela de negocios pero sí se moldea y te dan las herramientas necesarias para poderlo hacer. Pero donde realmente el liderazgo se consuma es cuando tienes la oportunidad y los medios de poderlo ejercer. Allí es donde se realiza el mayor aprendizaje del liderazgo.
A veces, se tiende a creer también, al líder, como un ser supremo, una especie de “superman” que dirige y guía a sus colaboradores y que lo acaba terminando todo él solito. Esta idea pertenece ya al pasado. El líder hoy en día es una persona más experta en la gestión de las emociones del equipo y en la gestión de las relaciones entre miembros del equipo que un ser supremo que entiende de todas las facetas y experto en cualquier aspecto del management.
La organizaciones hoy en día no necesitan héroes, necesitan personas que entiendan que hay que saber gestionar las emociones de sus colaboradores y saber comprometerlos.
Pero existen dos problemas fundamentales: por un lado hay cierta tendencia en la actual sociedad a no comprometerse en nada como consecuencia de una crisis alarmante de valores y por otro, hoy en día hay mucha competencia que compite con tu compromiso. La solución en un buen líder es intentar hacer feliz a tu colaborador con su tarea y disfrutar de un buen clima laboral.
Un escenario positivo y enérgico motiva al seguidor y hace que se aumente exponencialmente su sentimiento de pertenencia. Pero para ello el líder debe ser transparente y leal con su colaborador. No debe haber diferencias entre lo que se dice y lo que se hace porque si no es muy difícil poder comprometer a la gente y ser creíble.
Además, si desde pequeños nos enseñaron a que debemos tratar a todas las personas por igual, en el mundo de la empresa, no nos funciona y el líder debe percatarse de las particularidades de cada ser humano que tiene en su organización.
Post by Pere Solanellas