La planificación estratégica es un recurso fundamental para el gerente de un centro deportivo… Es la herramienta que nos permite saber hacia donde vamos, quiénes somos y como lograremos las metas. Sin ella el trabajo de un gerente se convierte en “tapar agujeros” todo el día.
La MISIÓN es uno de los aspectos más olvidados en el proceso de planificación y sin embargo, es el que tiene mayor importancia. En efecto, la empresa necesita conocer con claridad el propósito último de su actividad con objeto de saber orientar los esfuerzos.
La misión de una empresa o entidad es su razón de ser, es decir, el propósito que justifica su existencia.
La VISIÓN es la imagen idealizada de donde quiere estar la empresa y de cómo quiere ser en el futuro. La visión pretende ser el referente de todos los objetivos y actividades de la empresa y determina el camino a seguir para conseguirla.
Los VALORES son los principios de una organización que guían el comportamiento de todos sus miembros. Definen la manera propia de actuar para avanzar hacia la visión de la misma.
Los OBJETIVOS ESTRATÉGICOS se corresponden con lo que suelen ser los grandes objetivos de una organización y no siempre suelen ser los mismos a lo largo del tiempo, es decir, que varían permanentemente en función de las circunstancias y del momento. Tienen que ver con la política empresarial a desarrollar en el futuro y, evidentemente, tienen que estar alineados con la visión. Los objetivos estratégicos son las metas a conseguir en un periodo de tiempo determinado y corresponden a los grandes objetivos de la empresa. Tienen que ser pocos y estar en consonancia con la visión.
Los OBJETIVOS GENERALES son aquellos a través de los cuales se desarrollan los objetivos estratégicos. Son los caminos que permiten conseguir los objetivos estratégicos. Tienen las mismas características que los anteriores, si bien estos suelen ser mucho más numerosos puesto que incluyen los objetivos de cada departamento y unidades de negocio alineados con los estratégicos.
Estos objetivos tendrán que acompañarse de los PLANES DE ACCIÓN, un conjunto de indicadores que permitan aportar elementos cuantificables y finalmente, asignar un responsable para cada uno de ellos. Cada uno de los objetivos generales tendrá asignado un plan de acción o proyecto. Este plan de acción puede ser un PAC (Plan de Acción de los Centros de negocio) o PAD (Plan de Acción del Departamento).
Todo el trabajo a desarrollar en una entidad puede clasificarse o formularse en los planes de acción que recogen todas las diversas actividades que realizamos desde la misma. El tiempo inicial a planificarse por estos planes de acción es garantía de una eficacia y correcta ejecución de las actividades referidas. Es decir, planificando las acciones en muchos casos “ganamos tiempo” de las tareas realizadas y además los resultados son más coherentes y la rentabilidad mejora.
Post by Pere Solanellas