La toma de decisiones y la resolución de problemas son dos de las competencias más exigibles a un líder de un centro deportivo. Todos tenemos que resolver problemas y lo estamos haciendo desde pequeños y lo hacemos en función de nuestros valores y de nuestra experiencia.
Solucionar problemas con tranquilidad y tomar decisiones de forma correcta parecen ser la mejor manera de ejercer un buen liderazgo. Hay muchos líderes/directores que esperan que los problemas se solucionen solos, son los mismos que después pierden credibilidad de sus seguidores…
La localización de los problemas es una tarea fácil, todo el mundo más o menos la sabe hacer, pero lo que diferencia más a la gente es la capacidad de poder aportar una solución. Es lo mínimo exigible. En las empresas hay que localizar el problema y adjuntar una solución, para que el líder pueda decidir si es la mejor opción o puede aportar algo más.
Pero en la localización del problema también debemos aportar serenidad y discernir si es importante, entender por qué ocurrió e ir a la base del mismo para entenderlo mejor. Solo así podremos, después, aportar una buena solución que nos permita tomar una decisión correcta. Toda decisión correrá un riesgo que deberemos asumir y deberemos valorar si estamos capacitados para poderlo soportar. Este riesgo es el que muchos líderes no saben gestionar y les produce ansiedad, les produce estrés o también a veces lo desoyen y no le hacen el caso necesario.
Para tomar decisiones, también, deberemos basarnos en la objetividad de los datos, intentando sacar las emociones del problema. Esta información debemos escoger el momento más adecuado para utilizarla, utilizar la información mas útil desechando la que no aporte valor a la solución del problema. El momento de la toma de decisión es un momento clave para e liderazgo ya que aquí uno hace visible su estilo de liderazgo…. Ya hemos visto que según en qué situación vamos a escoger una manera u otra de resolver el problema, pero también es verdad es que el ser humano tiene la costumbre del hábito de hacer las cosas de una determinada manera. En la toma de decisiones debemos delimitar el objetivo de la misma en función de las informaciones que tengamos sobre el problema y de los riesgos que asumamos tener, después establecer alternativas a escoger y elegir la más conveniente.
Para cualquier líder o gerente, el proceso de toma de decisión es sin duda una de las mayores responsabilidades. La toma de decisiones en una empresa se circunscribe a una serie de personas que están colaborando en el mismo centro. Dicen que las decisiones son el motor de los negocios y en efecto, de la adecuada selección de alternativas depende en gran parte el éxito de cualquier entidad. Las personas que tienen como tarea ejercer de decisores consideran a veces la toma de decisiones como su trabajo principal, porque constantemente tienen que decidir lo que tiene que hacerse, quién tiene que hacerlo, cuándo y dónde, y en ocasiones, cómo se hará.
Dicen que el 80% de las decisiones en una empresa se toman en base al sentido común y el 20% restante por la experiencia. No nos da tiempo a recurrir a la lectura del último best-seller para solucionar los problemas que nos ocurren día a día…Los gerentes de clubes deportivos deben entrenarse y haber sido entrenados en el control de sus emociones y en la asimilación de unos valores que los refuerce como líderes.
En la era de la tecnología, de la evolución constante y acelerada de nuestros tiempos, a veces es inusual aplicar este sentido común y los líderes se pierden en soluciones originales que les conviertan en diferentes o en soluciones muy complicadas cuando la solución es mucho más sencilla. Normalmente la solución a muchas incógnitas en la aplicación en estos casos está en las iniciales PSD: Prácticas, sencillas y didácticas. En estas tres características se debe basar un líder cuando debe elegir una decisión a un problema.
Post by Pere Solanellas