Existen creencias sobre algunos productos en referencia a la alimentación saludable que no son ciertas o que hay que matizar.
A continuación, exponemos 10 falsos mitos en relación al consumo del agua, las calorías y azúcares, el pan, las frutas y verduras, el huevo, las grasas vegetales y animales y los suplementos dietéticos y vitamínicos.
1. Es preferible beber agua fuera de las comidas
Es aconsejable beber entre 1,5 y 2 litros de agua a lo largo del día, pudiendo consumirla durante las comidas o fuera de ellas de manera indiferente.
Debemos beber el agua que necesitemos. La sed que aparece durante las comidas tiene que ser saciada. El agua no tiene ninguna caloría y, por tanto, no engorda.
Se considera saciante, ya que proporciona una sensación de plenitud, pero no por ello debemos dejar de guiarnos por la sed que tengamos.
2. La fruta es mejor consumirla antes de las comidas
Es uno de los falsos mitos más extendidos. No es cierto que consumir fruta antes de comer contribuya a una mejor digestión ni que engorde menos. Lo que ocurre es que, probablemente, comamos menos, puesto que la ingesta de fruta incrementa la saciedad.
Las calorías y vitaminas aportadas por la fruta son siempre las mismas. La ventaja que obtenemos al consumirla entre comidas es que no optamos por otro tipo de alimentos con un mayor contenido calórico, como son los dulces o snacks, entre otros. Además, llegamos a la siguiente comida con una menor sensación de hambre.
3. Un zumo es igual que una fruta
Siempre es mejor la fruta entera que un zumo, aunque sea natural, ya que en el exprimidor se queda buena parte de la fibra que tiene un efecto saciante y algunas de sus propiedades.
Por tanto, es mejor consumir una pieza de fruta que un zumo y este, a su vez, es preferible a una pieza de bollería o un producto lácteo con azúcar añadido.
4. Los productos light no engordan
La ley establece que un producto se puede etiquetar como light si contiene, como mínimo, un 30% menos de calorías que el producto similar.
En un producto light, por tanto, se ha reducido y no eliminado su contenido en calorías, grasas y azúcares, al menos, un 30% respecto a su versión original.
Por el hecho de que tenga menos calorías no significa que no engorde. De hecho, para que un producto de este tipo resulte efectivo debe consumirse la misma cantidad que cuando se consumía el original. El problema es la creencia generalizada de que se puede comer más, en mayor cantidad, porque no engorda.
5. La miel es más sana que el azúcar
El efecto de la miel para la salud es muy similar al del azúcar. La miel es una solución acuosa concentrada de azúcares con cantidades mínimas de vitaminas y minerales. Se trata de un alimento que aporta un alto contenido calórico y muy pocos nutrientes.
6. El pan es un alimento no saludable
Todos los alimentos nos aportan en mayor o menor medida energía en forma de calorías. El pan se encuentra entre los alimentos con un contenido calórico medio. Está formado principalmente por hidratos de carbono complejos y es pobre en grasas.
El pan se encuentra en la base de nuestra alimentación mediterránea y se aconseja como acompañamiento en comidas y cenas y como integrante saludable de nuestros desayunos y meriendas.
7. El pan integral no engorda
Es una fuente de fibra, pero no debemos olvidar que, en su mayor parte, sigue siendo harina.
Aporta una cantidad de calorías y proteínas similar al pan blanco, pero es más beneficioso porque proporciona más vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales y fibra, lo que produce sensación de saciedad y, por tanto, contribuye a comer menos.
8. El huevo es malo para el colesterol
El huevo constituye uno de los falsos mitos sobre la alimentación saludable más equívocos, ya que es un alimento muy completo y saludable.
Es cierto que su yema es rica en colesterol, pero no hay que olvidar que posee también proteínas, vitaminas y minerales. El colesterol que poseen los huevos es considerado bueno, ya que su función es la de reducir los niveles de colesterol en la sangre.
9. Los alimentos que llevan grasas vegetales son más saludables que los que contienen grasas animales
En general, las grasas vegetales tienen mayor proporción de ácidos grasos insaturados, beneficiosos para nuestra salud cardiovascular, y las grasas animales tienen mayor proporción de ácidos grasos saturados.
Sin embargo, hay excepciones, ya que existen grasas saturadas como las de coco, palma y palmiste, que tienen un origen vegetal. Además, las grasas animales suelen ir acompañadas de vitaminas liposolubles, importantes para el correcto funcionamiento de nuestro organismo.
En cuanto al contenido calórico, es el mismo, independientemente de que su origen sea animal o vegetal.
10. Se deben tomar suplementos dietéticos y vitamínicos para mejorar la salud
No es necesario tomar ningún tipo de suplemento en épocas en las que nos podamos sentir con menos energía, con una actividad más intensa o cuando nos resfriamos con frecuencia.
El consumo de suplementos nunca debe sustituir una dieta equilibrada. Una de las muchas consecuencias positivas que aporta una dieta variada es que los distintos nutrientes interaccionan entre sí, produciendo unos beneficios cuando se consumen juntos que no se dan con el consumo de los suplementos.
Fuentes:
Entrevista a José Miguel Mulet en EFESalud, (2018). “Guía rápida para resolver dudas y derrocar mitos de la alimentación”, [en línea] en referencia al libro “¿Qué es comer sano?” (Ed. Destino): https://www.efesalud.com/mitos-alimentacion-guia/.
Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. “Falsos mitos”: http://www.estilosdevidasaludable.mscbs.gob.es/alimentacionSaludable/falsosMitos/home.htm#mito1.
Paz Álvarez, (2018). “Diez falsos mitos sobre la alimentación”, [en línea] en Cinco Días El País: https://cincodias.elpais.com/cincodias/2018/06/21/fortunas/1529609749_379920.html.
*José Miguel Mulet es profesor de biotecnología en la Universidad de Valencia e investigador en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas.