Existen muchos mitos sobre la alimentación deportiva. La nutrición juega un papel muy importante antes, durante y después de la actividad física. Aportar un buen “combustible” a nuestro organismo marcará la diferencia en el rendimiento deportivo y su correspondiente recuperación.
Aun sabiendo la realidad de este hecho, quién no ha escuchado alguna vez: ¿es necesario comer mucha pasta y arroz? ¿Las proteínas deben tomarse después del entreno? ¿Como hago deporte, puedo comer lo que quiera?
Este tipo de preguntas y dudas siguen trayendo dolores de cabeza, no solo al deportista principiante, si no también al veterano. A continuación, trato de aclarar algunos de los mitos sobre la alimentación deportiva más comunes.
¿Es necesario comer mucha pasta y arroz?
En relación a la primera pregunta es de destacar que la cantidad de carbohidratos (macronutriente energético) puede variar considerablemente dependiendo de la disciplina deportiva. Nada tiene que ver un maratoniano con un culturista.
La verdadera fuente, independientemente de la cantidad, debe residir en carbohidratos complejos o los denominados de absorción lenta. Es decir, aquellos que mantienen nuestro azúcar en sangre estable y son capaces de darnos la energía constante suficiente para soportar un duro entrenamiento.
Consumir cereales, legumbres, frutas, verduras y hortalizas son excelentes opciones si queremos conseguir dichos efectos.
¿Las proteínas deben tomarse después del entrenamiento?
En cuanto a las proteínas (macronutriente estructural), es cierto que las células están más receptivas a captar nutrientes en el post ejercicio, la conocida “ventana metabólica«.
Sin embargo, no es estrictamente necesario ingerirlas después del entrenamiento, sino que podemos recuperarlas a lo largo del día. En el caso de no ser así, sí que es un buen momento hacerlo en el post entrenamiento o en aquellos intensos que se realizan varias veces al día como, por ejemplo, sesiones de CrossFit.
¿Como hago deporte, puedo comer lo que quiera?
La práctica de actividad física a diario aumenta considerablemente nuestro gasto energético. Por ello, no debemos descuidar nuestra alimentación.
Consumir alimentos como bollería industrial, dulces, precocinados, refrescos, alcohol, ultraprocesados, comida rápida y un sin fín de basura alimenticia puede ocasionarnos enfermedades a largo plazo, tales como diabetes, cáncer, hígado graso, etc.
El aumento de las calorías, en este caso, debe ser de calidad: aceite de oliva virgen extra, frutos secos, cereales integrales, semillas, frutas, verduras y legumbres, entre ellas.
¿He de tomar bebidas isotónicas?
Otra duda de interés es la hidratación. Todo dependerá del tipo de actividad y la intensidad de la misma. Este tipo de bebidas contienen altas cantidades de azúcar y en menor medida minerales como sodio y potasio, por lo que beber agua será suficiente en muchas ocasiones.
¿Los suplementos deportivos pueden suplir carencias alimenticias?
Por último, no me gustaría dejar en el tintero la suplementación deportiva. Los suplementos son ayudas ergonómicas. O lo que es lo mismo, sustancias de apoyo realizadas con el fin de mejorar el rendimiento siempre y cuando nuestra alimentación sea la correcta.
No podemos pretender suplir carencias alimenticias con suplementos. Al final, este tipo de ayudas no dejan de ser la punta del iceberg. Las bases de un buen rendimiento deportivo residen en una buena alimentación, buenos entrenamientos y un buen descanso.
Bajo mi punto de vista, como profesional, cuando las necesidades energéticas son muy altas y no disponemos del suficiente tiempo para tomar alimentos o existen problemas digestivos, recurrir a suplementación puede ser de gran ayuda.
En conclusión, son muchos los mitos sobre la alimentación deportiva. Por ello, es imprescindible consultar a profesionales y mantenerse informado, siempre y cuando hagas un buen filtro de información y no creas en todo aquello que aparece en las redes sociales.
Artículo escrito por Cristina Miguélez (@diet_etica13), Técnico en dietética.