Hoy en día puedes elegir entre muchísimos tipos de yoga. Encontrarás desde los que son más exigentes físicamente hasta los que son más relajados o meditativos.
Los más intensos son el ashtanga, power, rocket, vinyasa, jivamukti y hot yoga.
Por otro lado, el hatha es más calmado y si queremos algo todavía más relajado nos acercaremos al yin, al prenatal y el restaurativo.
En un nivel intermedio está el kundalini, enfocado a ejercicios de respiración y canto de mantras ligados a movimiento, y el iyengar, donde se trabaja el alineamiento de las posturas en detalle.
También hay variaciones más acrobáticas como el aeroyoga, que se realiza con un columpio, o el acroyoga que se realiza en pareja. ¡Vayamos uno a uno!
Tipos de yoga de alta intensidad
El ashtanga yoga consiste en realizar una secuencia establecida. Puedes encontrar clases guiadas o también “estilo mysore” en las que el profesor te enseña las posturas de forma individual y tienes la oportunidad de desarrollar tu propia práctica a partir de la secuencia fijada. Una variación del ashtanga es el rocket yoga, ¡muy divertido a la vez que exigente!
El jivamukti, power y vinyasa son tipos de yoga muy similares y son una variación más creativa del ashtanga. Todos son físicamente exigentes y, en ellos, fluyes de una postura a otra activando tus pulsaciones. En las clases del power yoga también puedes encontrar ejercicios específicos de fuerza. Y en jivamukti, encontrarás unas asistencias y ajustes increíbles.
El hot yoga, cuyas posturas se realizan en un estudio a una temperatura de entre 38-40º, puede ser cualquier tipo de yoga. La alta temperatura facilita un mayor estiramiento de los músculos. Se trata de un sesión de ejercicios cardiovasculares centrada en la respiración, la alineación de las posturas, la flexibilidad y la fuerza.
Tipos de yoga de baja intensidad
El hatha yoga suele ser más tranquilo que los anteriores. Eso sí, se dedica más tiempo por postura y se trabaja de forma más detallada el alineamiento. Esta última característica es muy importante en el Iyengar yoga, que se basa en encontrar el alineamiento perfecto de las posturas usando bloques, sillas y cintas.
Por otro lado, el kundalini tiene un punto más espiritual: se recitan mantras a la vez que se realizan movimientos repetitivos o “kriyas”. En estas clases se fortalece el abdomen y se trabajan diferentes ejercicios de respiración.
Dentro de los tipos de yoga más tranquilos podemos encontrar el yin yoga. Las clases son más relajadas y se mantienen las posturas durante largos periodos de tiempo para crear flexibilidad. Es ideal si estás entrenando intensamente, ya que ayuda a la regeneración de los tejidos musculares.
En caso de embarazo, encontramos el yoga prenatal, que generalmente está dirigido a personas que no practicaban yoga antes de quedarse embarazadas y desean crear una mayor conexión con su cuerpo.
Si buscamos algo todavía más relajado podemos ir a yoga restaurativo en el que se realizan pocas posturas durante periodos largos de tiempo y se emplean mantas, bloques y almohadas.
Otros tipos de yoga
Finalmente, si buscamos algo diferente podemos ir a una clase de aeroyoga, donde con la ayuda de un columpio especial se crean diferentes posturas con el cuerpo. Estas clases pueden tener tanto un enfoque de fuerza como de flexibilidad.
Por otro lado, está el acroyoga, que se practica en pareja junto a alguien que siempre vigila a las personas que realizan la figura establecida para que no se hagan daño. ¡Divertido e ideal para ir con amigos!
Artículo escrito por Irene Alda
Hola, buenas noches, he leído en algunas webs, que el yoga es bueno para paliar los síntomas de la menopausia.
Me gustaría saber si es cierto y si sabes algún lugar en Barcelona donde hacer clases con este objetivo.