¿Qué debemos comprar durante este periodo de aislamiento? En situaciones como esta debemos utilizar el sentido común y pensar realmente qué nos hace falta.
De esta manera evitaremos situaciones como las anteriores. Lo curioso era ver los alimentos que predominaban en las cestas: refrescos, snacks, pizzas, alcohol y bollería industrial.
En este artículo os dejo las herramientas necesarias para saber qué alimentos debemos comprar en una despensa a largo plazo.
1. No perder la calma
El primer consejo y muy importante es no perder la calma ante estas situaciones. Lo sé, es muy complicado, pero es la única manera de estar a la altura como ciudadanos.
2. Alimentos con una fecha de caducidad prolongada
En segundo lugar, comprar alimentos que posean una vida útil muy larga.
Aunque los citados anteriormente lo tienen, no hay que olvidar que todos ellos contienen altas cantidades de azúcar, grasas saturadas y sal, muy perjudiciales para nuestra salud. No queremos salir enfermos una vez termine la cuarentena, ¿verdad?
Los grupos de alimentos indispensables que debemos incluir a nivel general son los siguientes:
Cereales: arroz, pasta, quinoa, copos de maíz al natural, avena, pan y preferiblemente todos ellos en su versión integral. Recalco por si hubiera duda: “ los cereales de
desayuno no”. Con respecto al pan, no es necesario bajar a diario y aprovechar para darse un paseo mañanero. Compra varias barras y congela por raciones.
Legumbres: garbanzos, lentejas, judías pintas y blancas. Todos ellos frescos o en conserva, guisantes congelados o en conserva, edamames congelados.
Verduras y hortalizas: en conservas o congelados como por ejemplo, espinacas, acelgas, judías verdes, zanahorias, calabaza, menestra de verduras, patatas y tomate entero o triturado al natural.
Como profesional os recomiendo congelados antes que en conserva, ya que el proceso de ultracongelación mantiene prácticamente intacto el valor nutricional de las verduras. Sin embargo las conservas al llevar tratamiento térmico (como método de esterilización) pierden parte de vitaminas y minerales.
Frutas y frutos secos: conservas al natural de piña y melocotón, fruta deshidratada, zumos sin azúcar añadido, frutos secos naturales o tostados sin sal, como nueces, almendras, avellanas o anacardos.
Carnes: pollo, pavo, conejo, cerdo, ternera fileteado para facilitarnos el congelado por raciones para una mejor gestión de los alimentos . Recordar consumir en mayor medida carnes magras ya que poseen un menor contenido en grasas saturadas.
Pescados y mariscos: conservas de pescado al natural o en aceite de oliva (sardinas, atún o ventresca), conservas de marisco al natural (almejas, mejillones o berberechos) y los alimentos perecederos como merluza, dorada, bacalao o salmón para congelar en
casa y aumentar así su vida útil.
Lácteos: leche en polvo, leche UHT, yogures y quesos curados sin abusar.
Grasas y vinagres: aceite de oliva virgen extra, vinagre de manzana o uva.
Cafés, tes y especias: café, tés, infusiones, sal, azúcar, especias,hierbas, condimentos, levadura.
Dulces: chocolate negro mínimo 70%, cacao puro sin azúcar añadido en polvo.
Así que queridos amigos y amigas no bajéis tanto al supermercado a por refrescos, snacks, bollos y precocinados. Organizaros bien la lista de la compra, que vuestro cuerpo lo agradecerá y nosotros también.
Artículo escrito por Cristina Miguélez (@diet_etica13), Técnico en dietética.