Estamos en septiembre, el mes de los arrepentimientos y la puesta en marcha en numerosos casos de «mañana me pongo a dieta», como si de año nuevo año se tratase con los nuevos propósitos.
Este mes, muchos chamanes de la alimentación se harán de oro aprovechando la vulnerabilidad de las personas prometiendo resultados en dos días gracias a las dietas detox, argumentando la necesidad de lo importante que es desintoxicar nuestro organismo después de vacaciones.
¿Necesitamos realmente desintoxicar nuestro organismo?
Para ello, nos ofrecen pócimas de todos los colores a un precio asequible o al menos eso nos hacen creer. Lo primero y más significativo es la tendencia que existe actualmente al creer que necesitamos desintoxicarnos. Pero, ¿de qué exactamente?
Nuestro cuerpo, que es bastante sabio y sensato, ya posee mecanismos para eliminar toxinas. Los órganos encargados en el proceso fisiológico de eliminación de sustancias sobrantes son los riñones y el hígado.
El primero de ellos se encarga de eliminar a través de la orina sustancias solubles en agua y el hígado es el encargado de eliminar las sustancias solubles en grasa. Si de veras acumuláramos toxinas en nuestro organismo, claramente necesitaríamos un trasplante de alguno de ellos y no pócimas verdes, rojas o amarillas a base de limón y jengibre.
Ninguna dieta, batido, zumo o líquido infumable posee la capacidad de eliminar una toxina concreta. Dentro del gran abanico que implica la palabra tóxico podemos encontrarnos: mercurio, cadmio, plomo, urea y un largo etcétera.
Cada tóxico posee su propio mecanismo de eliminación, por lo que una determinada dieta no es capaz de eliminar dicho tóxico. Si te lo prometen, te prometo que te están engañando.
Las dietas detox, más peligros que beneficios
De hecho la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) alerta del peligro de las dietas detox, ya que su abuso conlleva más peligros que beneficios.
Unos de los batidos más característico en este tipo de dietas son los de espinacas. Pues bien, es uno de los más peligrosos. Al ser analizados contiene altas cantidades de ácido oxálico (naturalmente presente), un compuesto totalmente inocuo en una ración de verduras de hoja verde.
La cuestión es que nosotros en un zumo somos capaces de duplicar o incluso triplicar una ración. Ese consumo tan elevado de ácido oxálico aumenta considerablemente las probabilidades de que se produzcan cálculos renales.
Además de futuras piedras en el riñón, este compuesto es capaz de reducir la absorción de determinados minerales, entre ellos, el calcio, el hierro y el potasio. Con lo cual es posible que aparezcan otros problemas como desmineralización ósea y anemia.
Así que querido amigo deja las dietas detox y ponte en manos de dietistas-nutricionistas y recuerda: «la mejor desintoxicación post vacaciones es la vuelta a nuestra rutina».
Por una alimentación saludable y sostenible.
Artículo escrito por Cristina Miguélez (@diet_etica13), Técnico en dietética.