Después de unos meses de practicar yoga, te ronda por la cabeza la idea de que «necesito una esterilla mejor». El mat de 15 euros resbala o no es suficientemente gruesa y te clavas las articulaciones. Al igual que te compras unas buenas zapatillas deportivas, una buena esterilla de yoga te permite disfrutar mucho más de tu práctica.
Existen muchos tipos de esterilla de yoga en el mercado. Con el boom del entrenamiento online he recibido muchas preguntas de este estilo: “¿qué esterilla me compro?”.
Mi respuesta siempre es una pregunta y una recomendación:
- ¿Cuánto te quieres gastar?
- Para una práctica en casa te recomiendo algo de 5 mm.
Hay tres aspectos a tener en cuenta: material, portabilidad y precio. ¡Te cuento!
Material
De cara al material, hay dos tipos de esterilla de yoga que me gustan más: las antideslizantes y las de microfibra.
Las antideslizantes son ideales si necesitas quedarte pegado a la esterilla. Sí, te quedas totalmente clavado en ella y te olvidas del habitual «es que las manos se me resbalan continuamente».
Otro tipo de esterilla que también están muy bien son las de microfibra. Estas necesitan ser humedecidas para que no resbalen. Si tus manos sudan enseguida estarás cómodo. Si no, necesitarás humedecerla ligeramente antes de comenzar la práctica.
Portabilidad
Según el uso que le quieras dar a tu esterilla, igual también te importa su portabilidad. ¿Es pesada? ¿Es fácil de transportar del estudio a casa o se va a quedar en casa siempre?
Hay algunas que son más ligeras que otras, incluso hay algunas muy finas de microfibra que puedes plegar dentro de la mochila. Por lo tanto, las finitas van muy bien para transportarlas y ponerte otra esterilla debajo cuando vas al estudio a practicar yoga (generalmente te dejan una). Si necesitas algo con mayor grosor, será más pesada, así que perfecta para casa.
Precio
Por último, por supuesto influye el precio. Mi recomendación es que pruebes la esterilla antes de comprarla. Igual hay alguna tienda que la tenga o ves a algún compañero en clase que la tiene. Pídele si la puedes tocar y probar, así te aseguras de que se ajusta a tus necesidades. Ese extra de investigación y búsqueda merece la pena para encontrar a tu compañera perfecta.
¡Feliz práctica!
Artículo escrito por Irene Alda