Seguro que habrás oído hablar de que las grasas son malas. Voy a ser muy claro, una alimentación muy limitada en grasas te va a matar de hambre y de asco. Imagínate una ensalada sin aceite… comida para conejos. Si quieres mantener una alimentación saludable para siempre, tienes que disfrutarla, tiene que estar buena. No puede ser sosa y aburrida.
Los ácidos grasos que forman las grasas son indispensables para que nuestro sistema inmune, nuestras hormonas y nuestro sistema nervioso funcionen correctamente. Pero sobre todo, son claves para reducir el hambre y la ansiedad.
Lo que sí demuestra la evidencia científica es que hay alimentos ricos en grasas mucho más saludables que otros. El aceite de oliva virgen extra (AOVE), el aguacate y los frutos secos contienen grasas insaturadas cardiosaludables que ayudan a mejorar el perfil lipídico (el del colesterol) y mejoran la hipertensión arterial.
En cuanto a las grasas saturadas, todo parece indicar que aumentan el riesgo cardiovascular. Digo todo parece indicar porque hay mucho debate. A pesar de esto, te puedo asegurar que no son lo mismo las grasas saturadas que contiene el huevo que las de la carne roja.
Huevos y grasas saturadas
Comer 1 huevo al día es casi un crimen. Si te alimentas a base de porquerías no te dicen nada, pero si comes 1 huevo al día o incluso 2 te dirán, como mínimo, que estás loco.
La yema de los huevos (la mayoría de personas puede comer hasta 2 al día sin ningún problema para su salud ni para su colesterol) contiene grasas saturadas, las cuales, combinadas con la proteína de las claras, lo hacen un alimento muy completo y saciante. Si eres de los que tira la yema o solo come claras estás cometiendo un error.
Por otro lado, los lácteos enteros sin desnatar (yogur, kéfir y queso) tienen un perfil nutricional parecido al huevo y en su justa medida te ayudarán a saciarte mucho.
No estoy diciendo que te alimentes solo a base de alimentos ricos en grasas saturadas animales. En su justa medida, los alimentos ricos en grasas saturadas como el huevo y los lácteos, te ayudarán a estar más sano y a perder peso.
Las grasas que te conviene evitar siempre
Dentro de las grasas insaturadas, se encuentran los ácidos grasos omega 6. Alguna vez habrás leído en alguna lista de ingredientes aceite de girasol, palma, palmiste, nabina o colza. Estos aceites son muy ricos en omega 6 y hay mucha evidencia que demuestra que aumentan el riesgo de sufrir múltiples patologías.
Pero lo peor no es eso: ¿nunca te has preguntado cómo consiguen esa textura perfecta de un donut o de cualquier otro ultraprocesado? Gracias a las grasas que se obtienen por la hidrogenación (un proceso industrial para obtener una grasa sólida a partir de un aceite) de los aceites comentados anteriormente. Te sorprendería la cantidad de estudios que hay que demuestran que ese tipo de grasas son literalmente tóxicas. Y mucha gente las consume a diario.
La importancia de los omega 3 para la salud y para la ansiedad
Los ácidos grasos omega 3 (un tipo de ácido graso insaturado de tipo poliinsaturado) del pescado azul tienen una función clave en el sistema nervioso mejorando la secreción de la serotonina. Niveles bajos de serotonina harán que tengamos más ansiedad y estemos más deprimidos.
Resumiendo
- Las grasas saludables te van a ayudar a tener menos hambre, menos ansiedad y a perder peso.
- Tanto si quieres perder peso como si no, si limitas mucho o eliminas las grasas de tu alimentación, las comidas van a ser sosas y aburridas.
- Come a diario AOVE, aguacate, huevos (si puedes, ecológicos) y frutos secos.
- Come pescado azul o marisco al menos 3 veces por semana y añade lácteos en tus desayunos, comidas o cenas.
- Reduce a un consumo puntual semanal los alimentos más ricos en grasas saturadas animales como los embutidos procesados (bacon, chorizo…) y la carne roja.
Artículo escrito por Aldo Pisa, entrenador personal graduado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y Técnico Superior en Dietética.