Es evidente que el salario es uno de los mayores incentivos de cara a la atracción de profesionales con talento y su retención en la empresa, pero existen otras vías muy útiles para incrementar su motivación y conseguir que quieran permanecer en la compañía a largo plazo.
Retribución flexible y beneficios laborales son términos que, a menudo, suelen confundirse por parte de los usuarios, por lo que es importante establecer una diferencia entre ambos y conocer las ventajas y características de cada uno.
Qué son los beneficios laborales
Los beneficios laborales o sociales son las remuneraciones que perciben los trabajadores de una empresa como retribución en especie, complementando su salario. Su objetivo no es ofrecer una paga extra al empleado, sino mejorar su calidad de vida y cubrir algunas de sus necesidades o actividades externas y/o internas.
Los beneficios laborales traen algunos beneficios a los trabajadores y a la propia empresa:
- Exención del IRPF.
- Mejora la imagen del negocio.
- Incremento de la motivación del trabajador, lo que causa un aumento de su productividad.
- Mejora de la conciliación y el ambiente dentro del entorno laboral.
- Los beneficios tributan a la Seguridad Social.
Los beneficios laborales influyen muy positivamente en el entorno empresarial, ya que traen numerosas ventajas a trabajadores y directivos. Existen muchos tipos de estos beneficios, como las actividades de ocio (el abono a gimnasios es el más común), la formación profesional, dietas para la comida o seguros médicos. La empresa se encarga de asumir todo su coste, y se eligen en función de las políticas internas o los convenios colectivos.
Qué es la retribución flexible
La retribución flexible es un sistema que permite al empleado destinar hasta el 30% de su salario bruto a diversos productos y servicios (cuota de gimnasio, transporte, dietas…), los cuales están exentos de IRPF. La propia compañía diseña un plan de retribución flexible, incluyendo todos los productos y servicios disponibles, y es cada empleado el que decide cuáles elegir y qué porcentaje de su salario destinar a los mismos.
Las retribuciones sociales también están exentas de impuestos para ambas partes, y sirve como una buena vía para incrementar la motivación y la productividad de los trabajadores, además de mejorar la imagen de la empresa.
Cuáles son las diferencias entre beneficios laborales y retribución flexible
La principal diferencia entre ambos conceptos consiste en que los beneficios laborales son un complemento del salario, es decir, un añadido a la retribución bruta que perciben los empleados. Por su parte, en la retribución flexible el salario no varía, pero se le permite al trabajador destinar una parte del mismo a productos y servicios que le puedan interesar para mejorar su calidad de vida.
Este hecho quiere decir que, en los beneficios laborales, las empresas tienen que asumir de manera íntegra el coste de los productos y servicios adicionales, mientras que las retribuciones flexibles no suponen una inversión extraordinaria. Pese a ello, una buena planificación de las políticas internas provoca que la introducción de beneficios laborales no suponga un aumento excesivo de los gastos salariales.
Pese a que las dos opciones son muy interesantes y podrían llegar a complementarse, la elección de los beneficios laborales acostumbra a dar mejores resultados, ya que la motivación y la productividad de los trabajadores aumenta en mayor medida. Por ejemplo, en Andjoy Corporate se ofrece la posibilidad de acceder a más de 2.000 centros diferentes con una sola cuota (Piscinas, pádel, CrossFit, spa, gimnasios…), lo que supone un incentivo fenomenal para todos los trabajadores.
Tanto beneficios laborales como retribuciones flexibles son dos opciones muy interesantes a la hora de incentivar e incrementar la motivación de los trabajadores, pero la primera suele ser más efectiva y recomendable desde el punto de vista empresarial.